Intento encontrar la belleza
entre piernas que pareciesen blancas a simple vista,
pero se tornan morenas
conforme va cambiando la vista.
La busco también en tú abdomen,
contorneado por tu cintura fina,
que antecede a cautivadoras caderas
que llaman la mirada
de los que en su horizonte te avizoran.
Busco también la belleza en tu cara,
en tus cejas finas que delinean unos ojos entre redondos y alargados
de color miel.
La busco en tu nariz fina,
en tus pómulos un poco hundidos,
pero no tanto,
en tu cabello que es como de seda,
de un negro color cielo de noche
que brilla a la luz de la luna.
Busco todo esto en tu cuerpo
y no reparo en tus labios,
en tu lengua,
en tus dientes blancos
porque tengo miedo de que cuando los abras
y,
entonces,
verdaderamente pueda conocer tu alma
no me guste la imagen
que enseñen esos carnosos
labios rojos color de fuego.
entre piernas que pareciesen blancas a simple vista,
pero se tornan morenas
conforme va cambiando la vista.
La busco también en tú abdomen,
contorneado por tu cintura fina,
que antecede a cautivadoras caderas
que llaman la mirada
de los que en su horizonte te avizoran.
Busco también la belleza en tu cara,
en tus cejas finas que delinean unos ojos entre redondos y alargados
de color miel.
La busco en tu nariz fina,
en tus pómulos un poco hundidos,
pero no tanto,
en tu cabello que es como de seda,
de un negro color cielo de noche
que brilla a la luz de la luna.
Busco todo esto en tu cuerpo
y no reparo en tus labios,
en tu lengua,
en tus dientes blancos
porque tengo miedo de que cuando los abras
y,
entonces,
verdaderamente pueda conocer tu alma
no me guste la imagen
que enseñen esos carnosos
labios rojos color de fuego.
Está bien chingón, Jousy
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