Volvía de algún lugar
de alguna parte
acompañando su andar
su fiel amante
Nadie sabía donde iba
él no sabía a donde se dirigía
Ásperas sonaban las palabras en su oído
harto estaba de su acompañante
no quería volver al nido
pretendía abandonar aquella amante
Dobló en la esquina a la izquierda
pasmado se que quedó ante lo que veía
la amante se quedó atrás apartada
no era posible,
no lo creía
No se supo más
nadie supo algo más
sus labios los de él besaron sin cuartel
sus labios los de ella disfrutaron la querella.
La acompañante
esa soledad
que tanto tiempo había sido fiel amante
jamás volvió a su intimidad.
